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Belako. La magia del proceso.

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Sigo regando’ (2023) es el quinto y más completo disco de la banda vasca Belako. Lo presentaron en un barco en el Támesis (Londres, UK) ante medios como NME, Rolling Stone y la prensa e industria inglesa. El nuevo álbum es una muestra de diversidad y de madurez creativa. Han construido un jardín botánico por el que cualquier paseo se convierte en una caja de sorpresas, con cambios de ritmo, de velocidad, de idiomas o de colores, que no dejan indiferente a nadie. Trece canciones llenas de matices que se te pasan volando.

¿Qué supone para vosotras sacar este nuevo disco? Para cualquier grupo sacar un álbum es siempre momento de ilusión; sacar temas nuevos es lo que te hace estar motivada con la música y no estancarte. Hay que buscar vías nuevas de creación. Con todo lo de la pandemia, se ha sentido distinto el paso del tiempo y llevábamos ya tres años sin sacar disco. Hemos evolucionado. Aquí y ahora está Belako. Ha pasado casi un año desde que empezamos a componer y estamos muy orgullosas de este nuevo trabajo. Aúna una faceta mucho más experimental; ¡reúne muchos aprendizajes con otra frescura!

Decís que las canciones hablan por sí solas… ¿lo teníais planeado así o realmente os disteis cuenta después de componer todos los temas? Nos pasó la última vez que estábamos explicando cada tema y así se pierde la magia del proceso. Una cosa es lo que signifiquen tus temas para ti y otra cosa es cómo lo interprete el resto. Nuestras letras son en sí bastante obvias y explicándolas demasiado se pierde ese misterio y por eso queríamos que este disco hablara por sí solo y que prime la música.

Y decidís reivindicar así y de una vez por todas… ¡que a Belako no se le pone etiquetas y que no tenéis un estilo fijo musical! Entendemos que en comunicación las etiquetas son muy útiles para poder presentar un trabajo y que quien lo lea pueda saber:“ah, vale, va por aquí”. Lo dejamos a la libre elección de les comunicadores. A nosotres no nos gusta hacerlo (risas). Desde fuera se puede ver como rock alternativo, pero lo vemos como un proceso de principio a fin y nos parece que son nuestras canciones sin etiquetas. ¡A la mierda los géneros musicales también! (risas) Al principio tuvimos esa presión de encontrar nuestro estilo. Pero ahora tenemos nuestro sonido característico y estamos felices con eso.

¿Cuándo decidisteis apostar cien por cien por la música? Os estáis convirtiendo en la banda referente vasca, sin duda. Creo que no fue una decisión consciente, ha sido el lugar al que hemos llegado gracias a tener unas familias que nos han podido sostener en el proceso de formarnos como banda al principio. Siempre recordamos esa suerte de haber podido crecer como Belako gracias a nuestras familias, así es como se ha convertido en nuestra ocupación principal. Tampoco creemos en la meritocracia, hay grupos que meten todas las horas del mundo y no consiguen sacarlo adelante. Somos conscientes de que aparte del trabajo que podemos hacer, nuestra música ha calado lo suficiente como para poder vivir de ella.

¿Qué ‘seguís regando’ exactamente? Seguimos regando todas esas cosas que a veces en una sociedad sumida en el capitalismo pueden parecer inútiles o que desde una perspectiva más filosófica pueden rozar lo absurdo. Seguimos poniendo en el centro la música y lo que a nosotres nos hacen felices.

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«Nuestras canciones no tienen etiquetas. ¡A la mierda los géneros musicales también! (risas) Al principio tuvimos esa presión de encontrar nuestro estilo. Pero ahora tenemos nuestro sonido característico y estamos felices con eso» .

Cris, si tuvieras que elegir tu favorita del nuevo álbum, ¿cuál sería y por qué? Me cuesta muchísimo, pero diría ‘Aquí sigo regando’. Me pasa como con ‘marinela2017’. La letra la hice hace mucho y acabó siendo premonitoria con cosas que han pasado después. Y el castellano y el piano me parecen una forma de juntar varios de los conceptos que revolotean alrededor de las letras del disco. Tiene un compás raro, diferentes etapas y sonidos que forman parte de esa experimentación y ese no quedarse en un sitio y hace que me encante. Invito a que la escuchéis, ¡a ver qué os sugiere!

¿Estáis preparadas para girar con tantos temazos? Ya no sabréis cuáles tocar… Tú, Ángela, que estuviste con nosotres cuando tocamos en Cali (Colombia), sabes perfectamente que decidimos las canciones un minuto antes de salir a tocar y que ya teníamos problemas con cuatro discos… ¡pues ahora con cinco! (risas) Se complica. No sé si estamos preparadas, pero no queda otra (risas).

Hablando de eso, ¿cómo fue por tierras colombianas? Os acogimos con los brazos abiertos. Era nuestra primera vez allí. Fue una chulada. Nos quedamos pilladas con Cali, la experiencia del BIME en Bogotá fue brutal y ya tenemos ganas de volver… ¡Y en noviembre volvemos a México y allí siempre recibimos mucho cariño! Tenemos muchas muchas ganas.

Es verdad que vuestro disco anterior era más de hits constantes para el directo, ¿cómo haréis para presentar las nuevas canciones? De los singles que hemos sacado, que son temas más tranquis, el recibimiento que han tenido en directo es superbueno, así que eso nos anima a seguir haciendo setlist de conciertos que tengan temas más cañeros y temas más de apreciar sin estar saltando, que también está muy bien.

¿Qué prefiere Belako, grandes festivales o salas pequeñitas para tocar? Los festivales son un lugar para llegar a gente que igual no te conoce y luego te vaya a ver a sala que, sin duda, es nuestra zona de confort máxima. Soy una ardua defensora de la zona de confort, lo nuestro son las salas y gaztetxes. No todo el mundo puede pagar la entrada del Antzoki o una sala grande, es algo muy guay de Euskal Herria, mola mucho que existan. Le queremos dar calorcito con la salida del disco este año.

¿Por qué elegisteis Londres para presentar el quinto disco? Intentamos mover nuestra música en el mundo anglosajón ya que parte de nuestras canciones son en inglés y allí solemos ir todos los años a tocar. Nos parecía algo importante juntar a gente de prensa británica de cara al lanzamiento del disco en Londres. Fue genial.

Destaca varios sitios de Bilbao para la gente que no lo conoce: El Veggira, un restaurante vegano increíble en Somera (Casco Viejo). Todo lo que hacen en Sarean, hecho por y para el barrio de San Francisco (Bilbao La Vieja), pero esto no es para que vaya a visitarlo la gente, simplemente es para destacar la labor de barrio que hacen. Y todo lo que ocurre en la Sinsorga, el kulturgune feminista de la calle Askao (Casco Viejo).

¿Se puede comer sano y veggie en Bilbo? ¡Consejos para quien quiera hacerlo! Tirando de productos sanos y ricos de huerta de proximidad hay frutas y verduras buenísimas. Mi consejo es tener tu frutería de confianza, calidad precio. Y buscar sitios guays. La pastelería Txarloska es brutal para cosas más dulces y el Veggira como restaurante, que lo he recomendado antes. ¡Yo voy descubriendo veganos en todos lados! Recomiendo también a la chica de la Veganesa (entrega por Bilbo, Basauri, Algorta) que cocina que flipas y sale muy bien de precio.

Cuéntanos acerca de tus proyectos, artículos en Pikara Magazine e intervenciones. Ahora estoy acabando la segunda parte de ‘Quítame la culpa’ que gira en torno a las amistades, también con testimonios de amigues repitiendo fórmula con Pikara. Estoy muy ilusionada. Aprovecharé alguno de los conciertos con Belako para presentarlo en librerías y espero que pueda salir para diciembre. Lo demás, es incierto. Seguiré escribiendo, participando en podcasts,… pero ahora mismo me centro en sobrevivir a septiembre (risas).

¿Qué momento favorito vivido gracias a Belako elegirías? Jo, qué bonito. Hay un montón de momentos… pero voy a tirar de lo más reciente. Tocar en Kaskagorri para mí fue muy especial, no fue el mejor bolo que hemos dado nunca, pero sentimentalmente tocar ahí para mí tiene muchísima carga siendo Bilbo y me emocionó muchísimo vivirlo. En el momento, tuve que disociarme un poco para que no se me notase demasiado la emoción en la voz, fue muy bien.

Y para terminar, decidnos qué grupos de música escucháis actualmente. Escuchamos mucha música de aquí. Lukiek, Mona Rora, Ithaca, Jimena Amarillo, Chulería Joder!, J Martina o Buha 2030, un grupo increíble que descubrimos en Bogotá. Escuchamos también jazz, música barroca, pop, reggaeton clásico… (risas) Nuestro grupo emblema siempre ha sido ABBA ¡porque en la furgo vamos escuchándolo! Así es Belako. (risas) Texto de Ángela Saiz.

 

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