Polideportivo Municipal de Altza. La «fábrica» del deporte.
Cuando se trata del resultado de una obra ejecutada auspiciada por un concurso ganador, resulta poco habitual que el resultado final construido sea manifiestamente mejor que esa idea primigenia con la que obtuvo el deseado premio.
Sin embargo en este caso, la imagen del concurso resulta más contenida y “relamida” siendo menos atractiva que el resultado final. Desde la textura del material, más potente en el edificio construido, a la propia configuración de los picos en dientes de sierra, menos homogénea en el resultado construido, o la propia entrada; todos ellos son aspectos que se mejoran respecto de la imagen del concurso.
Con todo ello el edificio adquiere un cierto “aire fabril”, motivado por la impronta en fachada de los dientes de sierra que posibilitan los quiebros de la cubierta para que se oriente adecuadamente buscando la iluminación natural de norte, evitando deslumbramientos para los usuarios.
Además, desde el punto de vista compositivo hay similitudes en cuanto a que el núcleo central del edificio, entre fachadas laterales, se resuelve a la manera de nave industrial, centrado en aspectos meramente funcionales eso si con una cierta concesión a otros aspectos formales o compositivos, tanto en la estrecha franja horizontal centrada en la fachada norte como en el filtro en chapa perforada hacia la fachada sur.
La colocación de dos grandes cerchas de 60 metros, posibilitan el apoyo y formalización del conjunto de la cubierta en las dos fachadas laterales más masivas y macizas, de tal forma que no se precisan pilares en las fachadas longitudinales.
De forma sutil se remarca un zócalo o basamento simplemente con multiplicar el ranurado vertical de las piezas del prefabricado de hormigón en la planta baja de forma acorde con el propio entablado del encofrado de madera del prefabricado.
La salida posterior a jardín, que está a cota superior, se hace de una forma un tanto descontrolada desde la piscina. Quizás se posibilitaría una transición más adecuada con unas gradas (como extensión de la estancia en la piscina) que posibilitarían en época de verano una gran apertura de los ventanales conectando jardín y piscina. Apoyado compositivamente en el prominente vuelo inclinado posterior del edificio, que quedaría sobre esta gradas.
En cualquier caso, un edificio muy bien resuelto, como en los buenos edificios, desde la sección, con decisiones oportunas y adecuadas.
También es de reseñar que la omnipresencia del hormigón visto le confiere un cierto aire de “nuevo brutalismo”, si bien no es menos cierto que la solución en prefabricados de hormigón visto de sus dos fachadas laterales portantes resulta bastante impactante, añadido ese efecto a la composición (más bien, ausencia) de huecos de ambas fachadas que se excavan a modo de grutas, bien en horizontal o vertical dependiendo de la fachada que se trate, oeste o este respectivamente. A este efecto de gruta contribuye la ajustada altura en la zona de porche exterior de la entrada y el propio abocinamiento del hueco cuadrado.
Por último, sugeriría un vistazo a una obra muy interesante del estudio Tabuenca & Leache, como es la Iglesia y Centro Parroquial San Jorge en Pamplona. En esta obra se utiliza este mismo acabado en prefabricado de hormigón junto con otros materiales de forma muy adecuada para el edificio simbólico de que se trata.
POLIDEPORTIVO MUNICIPAL DE ALTZA.
Autores: Tabuenca & Leache, Arquitectos y Chocarro & Herranz Arquitectos
Ubicación: Kasares Pasealekua 153, Barrio de Altza, Donostia
Lo mejor: La sección del edificio.
Un detalle: El apoyo del “macro” pilar en la entrada.
