Un Oscar para Óscar. El accidentado sueño de Hollywood.

Jon Plazaola encarna a Óscar Manzano, un joven director de un cortometraje que ha sido nominado a los Premios de la Academia. Lo malo es que en su viaje le acompañan el ministro de Cultura y la ministra de Hacienda. Hablamos con el actor sobre esta comedia de enredo escrita y dirigida por Mario Hernández.
‘Un Oscar para Óscar’ es una comedia disparatada sobre el mundo del cine y el glamour (o la ausencia del mismo), ¿hay algo de lo que aquí se explica que te recuerde a situaciones que hayas vivido en tu profesión? Afortunadamente no he vivido nada parecido a lo que vive Óscar. El mundo del cine y en concreto de la ceremonia de los Oscar sirve como envoltorio para hablar de otras cosas, de las miserias de cada uno y de lo que estamos dispuestos a sacrificar para conseguir nuestras metas. Si es todo viable o no lo es. Habla también de la clase política y de cómo hoy en día los políticos se pelean unos con otros sin cumplir su cometido de servir al pueblo.
¿También hay algo de miserable en Óscar? Es un personaje que ha sacrificado mucho para llegar a donde está. Se ve que ha dejado por el camino muchas cosas: relaciones, amigos… Lo que no sabemos es lo que todo eso le provocará durante el desarrollo de la obra.
Entonces, aparte de las risas, el mensaje de la obra va en esa dirección. Sí, tiene esa especie de moraleja. Eso lo hace muy bien nuestro dramaturgo y director. Sabe combinar muy bien esa comedia berlanguiana con esa ternura y ese mensaje acerca de las relaciones personales y las relaciones con uno mismo. Uno tiene que dejar su hogar, su pueblo, sus amigos de siempre para conseguir su meta. En el camino siempre hay un momento en el que te planteas si todo lo que estás haciendo por tu pasión te genera beneficio porque puede llegar a ocurrir que te encuentres muy solo.
Mario Hernández habla de referentes como Miguel Mihura y Luis García Berlanga. Sí, nos lo presentó así. Yo ya había trabajado con Mario Hernández en ‘Mandíbula afilada’ hace unos años. Cuando nos dijo que tenía una obra con estas características enseguida le dijimos que nos la pasara. Nos gustó y nos pusimos a ello. La produjimos nosotros, La Mandanga, junto con Txalo Producciones, que es la productora con más poder de distribución de las dos.
En el elenco Gorka Aguinagalde ha relevado a Agustín Jiménez. Sí, ha sido necesario este relevo porque Agustín tenía otras obras y pensamos que necesitábamos un sustituto. Yo conozco personalmente a Gorka, es muy amigo mío, y me pareció que era el sustituto perfecto. Lo está haciendo muy bien. Lleva con nosotros desde principios de 2023 y es un fichaje permanente, ya se ha convertido en el titular.
¿Tiene también algo de comedia screwball norteamericana? esde el momento nos compaginamos muy bien. Cuando terminas los ensayos y te das cuenta de que esos personajes no los podría hacer otra persona esa es la mejor de las señales. El casting fue bastante fácil. Cuando pensamos en la Ministra de Hacienda pensamos en Mara Guil, para el Ministro de Cultura nos vino primero Agustín y luego Gorka. Por último Rebeca Sala era la persona que yo conocía menos de todo el elenco pero viendo las características del personaje de Pauline me vino también a la cabeza enseguida. Me puse en contacto con su representante, ella leyó la obra y le encantó. Ahora es muy difícil imaginarse otro reparto.
Has trabajado en diferentes tipos de comedia. ¿Este tipo de obra, en vivo y con varios personajes, te resulta más difícil o más estimulante? Sobre todo muy estimulante. Yo estoy acostumbrado a ir sólo con monólogos y otro tipo de cosas. Comedias así tipo vodevil con cuatro o cinco personajes son muy agradecidas. Los rodajes siempre me han gustado mucho y me siguen gustando pero el escenario te da otra cosa que es el directo, ahí la adrenalina fluye y nos lleva a otro estado. Texto de Roberto González.