Kumbia Queers. Descalzas en la pista.
Pioneras en tropipunk, Patricia Pietrafesa, Juana Chang, Pilar Arrese, Inés Laurencena y Flor Linyera no tienen miedo de prender fuego cada escenario que habitan. Las cinco argentinas tienen a sus espaldas cinco álbumes de estudio y han girado por todo el mundo con sus pegadizas melodías. Tenemos la suerte de tenerlas por nuestro país este verano.
Empezáis en junio una gira europea muy potente, me encanta lo que os movéis. Tenéis como veinte fechas nuevas en vuestra gira ‘Europa 2023’. ¿Cómo habéis logrado esto? Juana: Estamos muy felices de regresar a Europa siempre, desde la primera gira la recepción fue muy cálida y el público siempre fue creciendo, es muy hermoso y siempre se suma alguna ciudad o algún festival en lugares a los que nunca fuimos y eso siempre emociona. ¡Ahora volvemos a Euskadi! Hay muchas ganas ya.
Si tuvierais que etiquetar vuestra música, ¿cuál sería? He oído cosas como tropipunk y me encanta (risas). Juana: Sí (risas). Nos gusta llamarle tropipunk y es muy cierto que hemos ido cambiando mucho los estilos y el sonido. Cuando formamos el grupo en 2007 la idea era que hiciéramos cumbia de chicas para chicas y cuando empezamos a explorar el género nos dimos cuenta que la cumbia tiene una cadencia y una forma de tocarla que nosotras no teníamos y comenzamos a llamarle tropipunk.
Pat: Tropipunk es una de las formas en las que nos auto mencionamos al principio. No usurpábamos a nadie inventando nuestro propio estilo al que no se le podía sacar de encima lo mucho del punk que nos acompañaba, pero a través de todos estos años nos movemos por donde podemos con el instinto de la curiosidad y lo que surja hecho dentro de nuestras posibilidades.
«Siento que el hecho de hacer lo que nos gusta favorece bastante a la simpatía y el hecho de gustar de quién nos guste favorece al queerismo (risas)».
Sois divertides, simpatiques y muy queers. ¿Cuál es vuestro secreto? Juana: ¡Gracias por los piropos! (risas). Siento que el hecho de hacer lo que nos gusta favorece bastante a la simpatía y el hecho de gustar de quién nos guste favorece al queerismo (risas).
Movéis masas de gente. ¿Esperábais esta locura antes de empezar en la música? Juana: Desde el primer recital que hicimos, que fue en un living de una casa para cuarenta personas, nos dimos cuenta que pasaba una cosa con la gente cuando tocamos en vivo. Es algo muy hermoso porque ves cómo las personas se van soltando, se van entregando, se respira libertad en nuestros shows y eso es mucho más de lo que yo me había imaginado.
Contadnos, ¿cómo os juntasteis? ¿En qué momento os conocisteis? Juana: Nos conocimos a finales de 2006 cuando She Devils (Pat, Pilar e Inés) organizaba el Festival Belladona y Ali Gua Gua que es de México; estaba pasando por Argentina y yo tenía un proyecto de folkie punky y nos invitaron a participar. El festival duraba tres dias y nos caímos bien, nos llevamos bien, nos emborrachamos bien (risas) y dijimos de juntarnos a tocar algún día. El 31 de diciembre Ali nos dijo “hagamos un grupo de cumbia, hagamos canciones de chicas para chicas y que se llame Kumbia Queers” y empezamos a ensayar todos los días y a grabar todos los días. Hicimos el debut en Buenos Aires. Ali se regresó a México y quedamos en encontrarnos en junio en México. Y nunca más paramos.
Pat: Tres de nosotras, Pilar, Inés y yo venimos del trío punk She Devils. Yo vengo tocando con Pilar desde mitad de los 90s así que una vida de prácticas en torno al punk que nos llevaron por la autogestión como banda con nuestro propio sello e incluso la organización de un festival al que llamamos Belladona como espacio para “mujeres rebeldes” y así fue como en 2006 invitamos a Juana Chang y Ali Gua Gua a participar. Ahí fue donde nos conocimos y supimos que teníamos que hacer algo juntxs fuera lo que fuera.
‘Descalzas en la pista’ es vuestro nuevo temazo… ¿Cómo nació? Juana: Nació volviendo del casamiento de unos amigos en el que la pasamos muy bien. Nos encanta el tema nuevo y haberlo hecho con Mula que es una banda de República Dominicana que nos encanta, las conocimos en el Dabadaba en Donosti (a donde este verano volvemos a tocar) y quedamos fascinadas, luego compartimos más fechas y quedamos muy felices con la canción. Y se viene otra hermosa en colaboración con Nacho Vegas que se llama ‘Cuando hablás así’.
Oye ¿y vuestro proceso de composición es siempre el mismo o de repente se os ocurre una canción viajando? Juana: Siempre vamos cambiando la manera de componer, se nos han ocurrido canciones viajando, sí… Hacemos canciones con la guitarra, con la compu, con el teclado o a partir de una letra. Como venga la inspiración tratamos de agarrarla siempre (risas).
‘Puesta’ y ‘Mientes’ son mis canciones favoritas de Kumbia Queers. Creo que la mayoría de reproducciones de Spotify son mías (risas). Juana: (risas) ¡Qué bien! Y, Ángela, ¡muchas gracias por escucharnos!
¿Qué diferencias veis entre Europa y Latinoamérica? Yo que acabo de vivir en Colombia es heavy el contraste… Juana: Imagínate las diferencias que habrá en los lugares a los que no llegó ni Isabel la católica ni Cristóbal Colón… Yo tengo un amor y una curiosidad muy grande por las diferencias, por eso me encanta viajar y conocer personas. Me encantaría que podamos ir a Mali, a Nigeria, a Senegal, a Japón, a China, a Bolivia y a Paraguay. Cada vez que conocés un lugar nuevo se abren mundos y te conocés más y somos bien distintes pero en algún aspecto también todes nos parecemos.
Pat: Y son muchísimas, las más obvias de antigüedad y la historia de la colonización. Pero más allá de las estructuras de poder y dominación son continentes habitados por humanxs y lo importante es trascender las fronteras las imposiciones los mandatos y lograr una existencia más justa y amena para todxs. Texto de Ángela Saiz. Fotografías de linaetchesuri e inmensidadesfotografia.
