Laia Manzanares. Caer por la madriguera.
La actriz catalana, especialmente conocida por su papel en ‘Merlí’, protagoniza ‘La desconocida’ junto a Manolo Solo y Eva Llorach. Se trata de un sugerente thriller dirigido por Pablo Maqueda (‘Dear Werner’, ‘Manic Pixie Dream Girl’), que destaca por sus ágiles diálogos y su denuncia sobre espinosos temas como el grooming o la pedofilia.
‘La desconocida’ está basada en la obra de teatro ‘Grooming’ de Paco Bezerra. ¿Llegasteis a verla Manolo Solo o tú? No, la hemos leído los dos pero yo no la he visto, y creo que Manolo tampoco. Nausicaa Bonnin, que hizo el papel que yo interpreto en la película, ya ha crecido un poco y aunque yo tengo ahora veintinueve años y rodé la película con veintisiete, todavía puedo jugar, entre comillas, al papel de niña de dieciséis, supongo que ese puede ser uno de los motivos de que haya cambiado el reparto.
En la película se habla de la filmografía de Hitchcock y curiosamente su promoción se ha parecido a la de cintas como ‘Psicosis’, insistiendo en el secretismo. ¿Tenéis miedo a los spoilers? A mí los spoilers siempre me dan miedo, incluso recibirlos yo, porque a mí me gusta ir a ver una película sin saber de qué va, completamente a ciegas. Y en esta película lo que mola es poder sorprenderte y no tener ni idea de los giros de guion que hay. Ahora, una vez que salga a las salas, la película ya no será nuestra. No podremos hacernos cargo. Esperemos que la gente actúe de buena fe.
Exceptuando algunos flashback, la mayoría del filme se basa en los diálogos entre Manolo Solo y tú, ¿os ajustasteis mucho al guion o probasteis diferentes cosas? Una cosa muy buena que tuvimos en este proyecto y que no suele pasar a menudo es que tuvimos dos meses de ensayos. En audiovisual es algo que yo no había hecho nunca y que realmente nos dio la oportunidad de tener muy claro cuál era el estado de los personajes en cada secuencia y en cada situación. Yo tampoco soy muy consciente de si he dicho la frase de la misma manera que en el ensayo sino, más bien, de si me encuentro en el estado que hemos pactado con Pablo o al que hemos llegado en los ensayos.
Carolina es psicológicamente compleja, ¿la abordaste como si fuera un personaje en cada escena? Justo es como tú dices. En la película para mí hay como tres personajes dentro de Carolina. Quizá incluso alguno más. Es como una muñeca rusa, ya que cada uno de esos personajes está de alguna forma dentro de otro. Se trata de discernir entre cada uno de ellos y saber en qué momento se encuentra en cada escena, pero todos los personajes llevan dentro la misma historia, aunque cada uno se muestre de forma distinta según el contexto.
Sin desvelar mucho hay algunos aspectos de su personalidad que son bastante inusuales. ¿Realizasteis cierta investigación al respecto? Sí. Lo bueno que tienen los personajes es que todos los seres humanos sentimos las mismas cosas aunque sean de formas distintas. Yo tengo deseos pero los enfoco de una forma diferente a como lo hace Carolina. Pero sí, hubo mucha investigación sobre el tema porque me parece algo curioso, interesante y que me apetece conocer.
«Creo que las cosas que no se nombran no existen. Todos los temas que sean tabú deben ser tratados con esta herramienta maravillosa que es el cine porque si no, no se habla de ellos».
Manolo Solo dice que estuvo a punto de no aceptar el papel porque al comienzo no le apetecía encarnar a un personaje tan repulsivo. Tu rol es salgo diferente. En tu caso, el hecho de que se tratasen cuestiones como el acoso online o la pedofilia, ¿te pareció interesante para visibilizar dichos problemas? Sí. Creo que las cosas que no se nombran no existen. Todos los temas que sean tabú deben ser tratados con esta herramienta maravillosa que es el cine porque si no, no se habla de ellos. Se trata también de generar debate sobre temas como el grooming, el acoso o , incluso, la pedofilia. Aunque yo tenga una idea muy clara sobre la pedofilia creo que no se trata suficiente teniendo en cuenta el lugar real que ocupa en el mundo. Ahora no te puedo dar los números exactos pero la cantidad de personas que han sufrido abusos sexuales siendo niños es apabullante así que es un tema que no debemos dejar al margen.
¿Qué destacarías de la visión de Pablo Maqueda como director? Pablo es muy listo, muy cinéfilo y me gustaría muchísimo ir como turista a su cabeza y entrar ahí dentro. Sabe lo que quiere contar y cómo lo quiere contar. También es una persona que está siempre dispuesta a escuchar y abierta a sugerencias, pero que viene ya con un nivel de información y de claridad que te facilita mucho el terreno. Todo el tema de los ensayos también fue cosa de Pablo.
En esta película encarnas a una menor de edad. El parecer más joven de lo que eres, ¿ha sido una ventaja o un inconveniente en tu carrera? En general yo lo veo como algo positivo. He podido interpretar de más mayor a personajes más jóvenes con lo cual yo he habitado esos lugares sin estar en el momento presente en ellos. En teatro también he interpretado a una chica que acababa de cumplir dieciocho cuando yo tenía veintidós. Tener la experiencia y esa etapa ya superada me da una mayor tranquilidad a la hora de realizar estos papeles. Aunque también me encantaría hacer un personaje que tenga veintinueve años que son los que tengo yo ahora. Pero tampoco sé qué apariencia da mi cara ahora mismo. Hay personas que me echan más edad y otras menos, así que al final es un poco subjetivo. Así que mira, de los veinte a los treinta, yo cojo los papeles que me echen (Risas).
El filme también incluye varias referencias a ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Yo fui una niña bastante de Alicia aunque también es verdad que si la niña que fui viera esta obra quizá no la relacionaría del todo con esa historia, aunque tiene muchísimo sentido y me parece un gran hilo del que tirar para entenderla porque trata sobre entrar en otro mundo en el que la realidad y las apariencias no van de la mano.
¿Cómo llegaste a protagonizar el videoclip ‘The Less I Know The Better’ de Tame Impala en los comienzos de tu carrera? Fue unos meses antes de ‘Merlí’. En esa época yo no conocía mucho a Tame Impala. Estaba intentando ser actriz y hacía muchos castings para publicidad, videoclips o lo que fuese para permanecer activa en la profesión. Una amiga me dijo que una productora de Barcelona estaba buscando gente para un videoclip. Yo me presenté porque además en ese momento apenas tenía dinero en la cuenta. Necesitaba trabajar urgentemente y por suerte la cosa salió. Después ya empecé a indagar sobre Tame Impala y a escuchar su música.
¿Notaste un gran cambio en tu popularidad a partir de ese momento? Yo en ese momento la única red social que tenía era Facebook. Una mañana me levanté y tenía cientos de mensajes. No entendía nada y al principio empecé como a responderlos uno a uno, en plan “brutal el videoclip” y yo “gracias, thank you, merci beacoup” (risas). A raíz de eso me abrí Instagram y empecé a tratar mis redes de manera más profesional porque tampoco quería hacer pública toda mi vida y toda mi adolescencia. (Risas) Así que empecé a mostrar solo aquello que quería que se conociera públicamente. O sea que sí, fue algo bastante impactante. Texto de Roberto González.