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March 19, 2024

El humor negro, según SILVIA SPARKS.

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Monólogos // Silvia Sparks es una persona multitarea. Es cómica, guionista, traductora y filósofa. Entre otras cosas, es redactora en la revista de sátira política ‘Mongolia’ y colabora en la Cadena Ser. Su show de stand up, que ahora llega al Teatro Campos (compra de entradas) , es tan ácido y vitriólico que algunos la han definido como la Miércoles Addams asturiana, aunque ella preferiría que la comparasen con Christina Ricci. Hablamos con ella sobre humor negro, filosofía y otras formas de sobrellevar la vida.

‘Sparks: El show de humor negro’ es un título muy descriptivo. El título original era simplemente Sparks. Lo otro es un subtítulo simplemente para que la gente vaya advertida, no porque yo quiera, sino porque el mundo me ha hecho así. Yo nunca he querido provocar, pero parece que provoco. Eso sí, yo sigo defendiendo que es un show para toda la familia…para familias disfuncionales, que son todas. Obviamente no es un espectáculo que vaya a buscar el lado positivo de la vida, pero yo pienso que buscar el lado positivo de la vida puede ser muy negativo. Se trata de recrearse en las sombras, que es lo divertido. A mí me gusta mucho mezclar géneros. Me gusta el terror con toques de comedia y me gusta la comedia con toques de terror, pero es un terror un poco en la línea de ‘La familia Addams’. No busco ofender, simplemente tocar temas tabú. La gente se lo pasa muy bien. A veces incluso han venido niños, pero con los padres ya advertidos.

Álex de la Iglesia suele decir que el humor está relacionado con la violencia y con los peores instintos. ¿Tú qué opinas? La propia vida ofende, es una ofensa. Somos una constante alteración de un estado por otro, de una frase por otra o de una persona por otra. El humor es una aceptación de tu estado de ánimo. Yo creo en ti un efecto, que es la risa. De hecho yo no creo en la distinción entre humor blanco y humor negro. Yo la pongo como quien clasificaba las pelis en un videoclub. Yo no lo fuerzo, tengo este humor porque soy de Asturias y porque nací así, mi madre es así, mi padre es así…no vengo del Holocausto o de Siberia. La vida básicamente son desgracias y de vez en cuando nos pasa alguna cosa buena. Eso hace que lo bueno sea el triple de bueno. Lo que busco es reflejar realidades de las que no se habla normalmente pero que están ahí, como la pederastia, el exhibicionismo…Ocultar esas cosas no ayuda.

En la descripción de tu show se comenta que hablas de temas como la depresión, la pederastia, el sadomaso o el yihadismo. Así que a ti no te pueden decir eso de que con Mahoma no te atreves. (Risas). Exacto, yo sí me atrevo. Siempre le digo a Darío (Adanti) que tenemos que poner en la portada de Mongolia “Resistente al agua” para que el día que nos disparen la sangre resbale y se pueda leer la revista. Cero problemas con Mahoma.

Mongolia es una revista de sátira política. ¿Encuentras relación entre este tipo de publicación y el humor negro? Lo que pasa es que tengo distintos registros. Incluso, aunque no lo haya hecho tan público, también he escrito para niños. También he colaborado en ‘Hora Veintipico’ o en ‘A vivir que son dos días’. Es divertido comentar la actualidad política y en Mongolia ya lo llevamos a otro nivel más grotesco, más absurdo y de ficción. Es como coger las caras de los políticos y lanzarles flechas como si fueran una diana.

Has trabajado bastante como guionista. Ahora que vuelve a haber una huelga en Hollywood, ¿crees que este oficio está infravalorado para la importancia que tiene? Efectivamente el guionista o el escritor es la base de todo. Los escasísimos derechos laborales que tenemos son lamentables. Quiero aprovechar para poner en valor a ALMA_guionistas, que es uno de los mejores sindicatos que hay en España y coincide que es el sindicato de guionistas. Dentro de la precariedad que hay en este campo defiendo totalmente a ALMA, me dejaría el alma por ellos. El guion es un trabajo que no tiene la visibilidad que se merece, quizá porque se valora más la apariencia, el producto, el director, la persona que se lleva el mérito. En este país hay cantidad de talentos increíbles que merecen más visibilidad. Y DINERO.

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«La filosofía fomenta el pensamiento crítico.  El humor también es eminentemente crítico, eso es lo que tienen en común. El problema con la filosofía es cuando se convierte en ideología y se transforma en : esto es lo que tienes que hacer, estos son los parámetros de una moral correcta y del buen comportamiento, como se ha hecho con tantos autores para justificar atrocidades a lo largo de la historia de la humanidad. Es muy fácil hacer eso con la filosofía y con el humor también, decir : estos son los chistes que puedes hacer». 

No te preguntaré por los límites del humor pero sí traigo a colación lo que decía Ricky Gervais de que no hay límites, pero lo importante es cómo se haga el chiste, ¿estás de acuerdo? ¿Tienes algún límite personal? Creo que no hay límites, el único límite está en cuando dejaremos de hacer esta pregunta o cuando empezaremos a hablar de los límites del drama, del gore o de otros géneros. Lo que sí que es evidente, y esto muchas veces a la gente se le olvida (aunque a la gente también se le olvidan los derechos humanos), es que una cosa es un contexto de entretenimiento y otro una conversación. Yo en un escenario te puedo hacer un chiste de una minoría oprimida pero si en una cena veo que un colega hace un comentario sobre una minoría oprimida lo más seguro es que le pegue un puñetazo, salvo que me diga que va a contar un chiste. No voy a pegar ningún puñetazo, la única vez que lo hice me rompí la mano, no sé pegar, pero es una forma de hablar. Obviamente el humor tiene un mensaje y venimos de una tradición de chistes machistas, racistas o sobre maricones, sin que nadie le diera importancia durante mucho tiempo, así que claro que hay que tener todo esto en cuenta. Yo, aunque no lo parezca, tengo también más límites. Por ejemplo no hago chistes de chinos porque me parece muy facilones y porque me encuentro con ellos constantemente en el día a día. No me hace gracia menospreciar a una parte importante de la población. Así que me río de los yihadistas porque les veo menos. El día que les vea vendiendo por la calle, pues igual ya no me hacen gracia. Les diré “me voy a comprar las bombas a otro”. En cualquier caso creo que no hay que poner barreras al humor y que la libertad de expresión debe ser defendida , precisamente, en su máxima expresión.

Twitter es especialmente molesto porque no se captan las ironías. Twitter se está convirtiendo en la sombra en el sentido lacaniano del término. Todos tenemos pensamientos oscuros en la cabeza pero hay cosas que tenemos que callárnoslas. No tienes por qué estar dando tu opinión todo el rato. La gente se me llegó a enfadar en twitter porque iba muy cansada en el tren y había niños llorando, así que puse que deberían poner vagones especiales para los niños. Me acusaron de “niñofobia”, empezaron a insultarme…La mayoría de esa gente no se atrevería a insultarte a la cara. La gente no nace mala, se vuelve mala. Si nos miráramos más a la cara no nos diríamos esas cosas. Yo no tengo nada en contra de los niños, no quiero que se extinga la especie (risas). Por otro lado twitter sí tiene otra parte que me gusta, me permite escribir y conocer a otros escritores.

El mundo del humor negro y salvaje, ¿es o ha sido un campo un poco masculinizado? No creo que tenga mucho que ver con el género o la orientación sexual. Depende más de la persona. Están David Suárez y Raquel Sastre? Como referentes.

Estudiaste Filosofía, ¿en qué forma la relacionas con el humor? La filosofía al final es fomentar el pensamiento crítico. Es el pensamiento sobre el pensamiento. Que podamos cuestionarnos, debatir sobre lo que pensamos. El humor también es eminentemente crítico, eso es lo que tienen en común. El problema con la filosofía es cuando se convierte en ideología y se transforma en “esto es lo que tienes que hacer, estos son los parámetros de una moral correcta y del buen comportamiento”, como se ha hecho con tantos autores para justificar atrocidades a lo largo de la historia de la humanidad. Es muy fácil hacer eso con la filosofía y con el humor también, decir “estos son los chistes que puedes hacer”. Sí he acabado en el humor es porque en Filosofía me inventaba autores, metía chistes en los exámenes…me cuesta tomarme cualquier cosa en serio, incluso aquellas que me fascinan. Me cuesta quedarme en un sólo género. Si hago drama le quiero meter chistes y si hago chistes le quiero meter drama.

Participas en varios podcasts. ¿Crees que el formato empieza a estar sobreexplotado? Está ahora de moda y no me parece mal. Yo sigo leyendo libros y viendo pelis pero los podcast los escucho generalmente solo con audio porque la imagen me molesta si no está para aportar algo. Es algo que está creciendo y que a la gente le gusta, así que por mí perfecto. No está sobreexplotado.

¿Cuáles son tus referentes en la escritura y en el humor? Jesucristo y la Virgen María. (Risas). Yo he llegado al humor no por el humor sino por la vida. Me gusta todo lo raro, lo bizarro, lo que está en la frontera. Uno de mis referentes fue Luis Sepúlveda, que lamentablemente ya falleció. En la facultad también tuve un profesor maravillosísimo que fue Vicente Domínguez, que nos enseñaba Historia Antigua a través del cine. En cuanto a la comedia ahora mismo estoy tan dentro que todos mis compañeros me parecen maravillosos, y no lo digo por peloteo. Hasta los que me caen peor como personas me hacen reír igual y es que el humor me parece un campo muy difícil. Yo bebo de referentes del cine de terror como David Cronenberg o de neuróticos como Woody Allen. También me encanta el cine de Truffaut, de Godard, de Rohmer…y en la comedia yo empecé viendo el stand up americano de Bill Hicks, George Carlin, Sarah Silverman…En España evidentemente Ignatius, que ahora también es amigo, o Pilar de Francisco, que es una gran escritora y humorista.

¿Qué productos culturales te han gustado recientemente? Recientemente me ha gustado ‘As Bestas’ de Sorogoyen. Tuve la suerte de ver en directo la última representación (si no me equívoco) de ‘Aiguantulivinamérica’ de Goyo Jiménez, grandísimo referente, cómico y persona. También he estado viendo ‘La noche de la risa’ que es un formato nuevo en el que intervienen varios humoristas en el Capitol de Madrid.

A veces te definen como la Miércoles Addams asturiana. ¿Qué te parece la serie más reciente sobre el personaje? A mí no me ha terminado de convencer. Sí, la han hipsterizado un poco a la pobre. Aunque la serie no la odio, y eso que odio muchas cosas. Es una serie que para un rato tonto te entretiene, pero quizá yo la recortaría un poco. Creo que todas las series están un poco alargadas. A mí es un personaje que me encanta, aunque ya puestos preferiría que me comparasen con Christina Ricci, la actriz, más que con un personaje que es una niña de diez años. Hay algo raro ahí.

¿Qué recuerdas de tu anterior paso por Bilbao? Estuve una vez en la Sala BBK con el show de Mongolia. Y desde entonces tengo muchas ganas de volver por el vino. Y ahora lo puedo hacer. Además me parece que cierro la temporada. La última vez comimos tan bien que yo ya no quería ni actuar. Nos trataron como dioses y fue una maravilla, así que tengo muchas ganas de volver al teatro. A ver si viene mucha gente. Texto de Roberto González.

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