Zaida Carmona. Las amigas de mis amigas son mis amigas.
Esta comunicadora protagoniza su primer largometraje como directora, `La amiga de mi amiga`, comedia orgullosamente bollera que celebra el cine cultureta y el amor lésbico, con mucha música y las apariciones de cantantes como Rocío Saiz o Christina Rosenvinge.
Dos de tus cortometrajes -`Son ilusiones` y `Las chicas solo quieren pasárselo bien`- recuerdan a Los Chichos y Cyndi Lauper. Siempre estoy rodeada de música y se me ocurre un corto o una escena a partir de una canción, aparte de que `Son ilusiones` me parece el mejor título del mundo.
Tu ópera prima se podría haber titulado también `Lady Dilema’. Sí, hubiera sido un gran nombre. Yo tenía ganas de incluir en ella una canción de Carlos Berlanga, porque es mi cantante pop favorito. Tuve la suerte de conocer a la discográfica Elefant Records y ellos me cedieron los derechos. Fue una maravilla contar con este tema musical que parece que habla de cualquiera de nosotras.
¿Pero qué fue antes: el filme o la canción? Fue antes la película y luego, rebuscando a ver qué canción podía encajar con el personaje de Aroa Elbira apareció esa joya.
En el último festival Abycine ejerciste de dj. ¿Lo haces habitualmente o aquello fue una broma? Es un poco una broma, pero la hago habitualmente, sobre todo lo hacía antes de la pandemia, poniendo música en fiestas de amigos o de cine. Ahora he vuelto y fue muy divertido en Albacete.
En aquel certamen Carlos Vermut estuvo en la proyección, aunque ya había visto la película previamente, participó en el coloquio y hasta en la fiesta posterior. Uau, Carlos es mucho, uno de mis cineastas favoritos del presente. Fue superemocionante haberle visto en la proyección y luego cantar con él `La fuerza del destino` de Mecano, en un karaoke improvisado.
Otro puntazo de tu filme son las colaboraciones de Rocío Saiz o Christina Rosenvinge. Cuando empecé a escribir el guion tenía claro que me apetecía filmar a Rocío porque, aunque ella no había interpretado antes, tiene un carisma brutal, es peculiar y si tenía ese morro cantando, iba a poder actuar bien, porque tampoco queríamos contar con actrices profesionales y su papel lo escribí pensando en ella. Le dije: «Oye, voy a hacer una peli y me encantaría que intervinieras», y ella me dijo: «¡Por favor, sí, es lo que más deseo!». Sin ella hubiera sido otra película. Y de Christina siempre he sido fan. Yo había fantaseado con un cameo suyo: que fuera esa especie de hada madrina que se le aparece en sueños al personaje que yo interpreto. Hace años hice unos videos para ella y le recordé: «Oye, aquello que me dijiste de que cuando quieras que haga algo por ti… ya sé qué es». Cuando vino al rodaje fingimos que era más serio y profesional de lo que éramos realmente… y parece que dio el pego. Texto de Alfonso Rivera.