Unicorn Wars. Osos poco amorosos.
¿Qué pasaría si mezcláramos ‘Bambi’ con ‘Apocalypse Now’? El resultado podría parecerse a esta película de animación para adultos de Alberto Vázquez (‘Homeless Home’, ‘Psiconautas’) coproducida entre Galicia, Francia y País Vasco. Hablamos con el cineasta.
Sin hacer spoilers, empecemos por el final de la película. Es muy inesperado. ¿Lo tenías pensado desde el principio o surgió durante el desarrollo de la historia? Esta película está basada primeramente en un cómic corto que hice hace trece años y luego en 2013 realicé el cortometraje ‘Sangre de unicornio’ en el que ya estaba esa idea. Lo que hice al alargar este corto fue amplificar las tramas y los personajes y empezar algo medio nuevo. Este final lo mantuve apoyándolo con más ideas y conceptos.
El aspecto visual se parece al de tus otros trabajos pero difiere un poco en el uso del color que en este caso es más llamativo, más estridente. Sí. El uso del color para mí ha de ser narrativo. No me gusta el color naturalista: que el cielo sea azul, los árboles verdes y los troncos marrones. En esta película los colores suelen ser vibrantes, muy potentes. He intentado que el color vaya evolucionando a lo largo de la historia. En la parte inicial con el campamento de los ositos hay muchos colores rosas, fucsias, tonos muy cuquis… A medida que se introducen en el bosque se va volviendo todo más oscuro y siniestro. Las influencias de todo este grafismo son muchas: mi corto ‘Sangre de unicornio’, la propia ‘Psiconautas’… pero también artistas de Disney de los años 50 como la concept artist Mary Blair o Eyvind Earle. Y por último, está todo el tema del arte sacro en los códices medievales que me sirve en esta cinta para contar la historia de este enfrentamiento entre los ositos y los unicornios.
Hay influencias de cine bélico (como ‘La chaqueta metálica’) junto a esta temática religiosa que aparece en los códices… También, tal vez, en la relación entre los dos hermanos. Sí. Esta cinta es una combinación entre las películas de género bélico, de las buenas, como ‘Platoon’, ‘La chaqueta metálica’, ‘Apocalypse Now’… con mi universo como autor e incluso con el Disney más clásico como ‘Bambi’, todo ello mezclado con el tema religioso. Los osos tienen su propia religión que es una parodia de la religión católica y también aparece la idea de la profecía. A mí me interesaba mostrar la religión como una herramienta de control más. No es lo mismo una guerra que una guerra con tintes religiosos. Eso la hace mucho más cruel y peligrosa. Si hay una ideología detrás las personas o, en este caso, los ositos pueden llevar su odio a otro nivel. En cuanto a la relación de los dos hermanos de alguna manera uno representa la parte mala y otro la parte buena. También puede haber una similitud con Caín y Abel.
«No es lo mismo una guerra que una guerra con tintes religiosos. Eso la hace mucho más cruel y peligrosa. Si hay una ideología detrás las personas o, en este caso, los ositos pueden llevar su odio a otro nivel».
También es muy bíblica la sangre, que en este largometraje está más presente que en tus anteriores trabajos, pese a que siempre muestran cierta violencia contenida. Sí, yo creo que si haces una película bélica tienes que mostrar la violencia de la guerra. Es una película violenta pero no sólo físicamente sino que también hay bastante violencia emocional en la manera en la que hablan entre sí los personajes y en la manipulación que ejercen unos sobre otros. Para mí la cinta muestra una guerra externa entre osos y unicornios y otra interna, que es la que de Gordi y Azulín por el amor de su madre. Me interesaba entrelazar estas dos guerras y mostrar cómo una afecta una a la otra.
Aunque están muy bien integrados película hace uso de la animación 3D para recrear a los unicornios. Animar caballos no es fácil y nosotros al fin y al cabo hemos hecho una película con un presupuesto limitado. Para ello decidimos hacer los unicornios en 3D pero dándoles un acabado muy gráfico para que se integrara bien con la animación 2D de los ositos. Todo el mundo nos dice que no ha notado la diferencia.
¿Cómo se repartió el trabajo, se realizó entre País Vasco, Galicia y Francia? Esta película tuvo un problema: se realizó durante la pandemia. También teníamos a alguna gente trabajando en Almendralejo (Extremadura) y en Valencia. Coordinar todo esto a distancia mediante zoom y skype fue un poco complicado y nada orgánico pero es lo que nos tocó. En País Vasco se hicieron las voces, la iluminación, el encaje final y la postproducción. En Galicia hemos hecho la mayor parte de la animación en sucio y los fondos. Y en Francia se ha realizado la animación 3D de las batallas y de los unicornios.
¿Existe mercado para este tipo de animación para adultos? Es complicado. A mí personalmente no me preocupa cómo funcione a nivel de gran mercado. Me interesa hacer las películas que yo quiero hacer e intentar que tengan un componente artístico. Si quisiéramos hacer películas mayoritarias haríamos animación para niños. Pero bueno, la película va a estar en salas en España, Francia, Inglaterra, Japón, Estados Unidos… al final muchas minorías hacen una mayoría. Luego ya si triunfa o no triunfa en taquilla es otra cosa pero bueno, la película ya la hemos hecho.
Vienes del mundo del cómic. ¿De vez en cuando echas de menos ese medio? Hace tres años publiqué un cómic con Astiberri que se tituló ‘La caza’ pero por lo demás ya no trabajo mucho el cómic. No tengo tiempo ni energía con estos proyectos de animación en los que invierto alrededor de seis años. Pero yo siempre digo que el cómic me lo ha dado todo. Gracias al cómic he aprendido a dibujar y a desarrollar mis historias y mi propio universo. También me ha servido de mucho trabajar en ilustración. Todo el bagaje del cómic y la ilustración me lo he llevado a la animación, que junta todo lo que me gusta del cine y todo lo que me gusta del cómic. Yo he tenido que aprender a animar sin haber estudiado y sin muchos conocimientos. Y la verdad es que es un medio que me apasiona. Texto de Roberto González.
‘Unicorn Wars’ se estrena el 21 de octubre.
