Elena Anaya. Un vínculo de tiza.
La actriz de fama internacional protagoniza ‘Jaula’, el debut en el largometraje de Ignacio Tatay, producido por Álex de la Iglesia. Se trata de un thriller con elementos dramáticos y de terror que cuenta con algunos giros sorprendentes en su trama. El encuentro de una niña perdida y su obsesión por dibujar cuadrados de tiza dan pie a esta intriga.
Has trabajado con muchos directores de todo tipo, unos nuevos, otros ya célebres. En este caso Ignacio Tatay debuta con este filme. ¿Qué destacarías de su forma de trabajar? Trabajar con Ignacio ha sido una alegría, la verdad. Me impactó muchísimo su guion y ahí encontré la mirada de un autor. Como me pasó con Fernando León de Aranoa, por ejemplo, en un registro totalmente distinto, que intuía que detrás de esa escritura había un genio, una mirada muy peculiar y muy interesante. En cuanto a Ignacio, es un tipo muy apasionado, muy tenaz, perseguidor de sus sueños, aunque le cueste lo que sea. A veces a los productores les cuesta entender que un director novel quiera que el suelo de la casa sea de determinada madera… pero cuando la ves te das cuenta de que la casa es muy importante en esta película, es un personaje más. Era muy importante que el equipo técnico caminase por esta casa sin pisar la tiza (Risas). El otro día al fin la vimos y le di las gracias por hacer esta película y por dejarme formar parte de ella.
Tal como comentas el guion da bastantes giros. Es una película muy diferente y muy sorprendente, tanto que no podemos contar mucho sin hacer spoilers. Son casi como dos películas en una, pero quiero ser muy prudente para no desvelar nada al espectador.
Se trata de una producción de Álex de la Iglesia y Carolina Bang. El guion me llegó a través de mi agente y he hablado directamente con Ignacio. Tanto Carolina como Álex han estado ahí como soporte y han permitido que la película se hiciera realidad pero en el set de rodaje no me encontré con Álex el día que estuvo y realmente no nos hemos visto durante el proceso. Tengo ganas de encontrármelos y darles un abrazo por haber confiado en Ignacio y dejarle hacer su película porque realmente ha sido un viaje complicado, con la pandemia por medio y un parón de cuatro meses.
¿Cómo abordaste el personaje de Paula, la protagonista? ¿Lo enfocaste desde el punto de vista de la maternidad? Es un personaje que se encuentra un poco atrapado en su propia realidad. No sabe cómo afrontar el siguiente paso que quiere dar. Está atrapada en un sueño que se tuerce y que le provoca un desgaste y un sufrimiento muy grande. Tiene un deseo enorme que no le deja ser del todo consciente de lo que le está pasando tanto a ella como a su pareja.
¿Cómo fue el trabajo con la niña, Eva Tennear? Fue delicioso. Es una niña con una clara decisión de ser actriz y con mucho talento. Quiere actuar y lo pone todo de su parte. Es generosa y se divierte. Actuar no deja de ser un juego. Es algo que no debemos olvidar. Es parte de la ensoñación, de la fantasía de dejar de ser uno mismo para convertirte en otra persona. Todo el equipo entró en el pacto de proteger y cuidar a Eva para que viviera su infancia a la vez que desarrollara su faceta como actriz. Y por mi parte fue muy fácil quererla muchísimo desde el momento en que la conocí y crear un vínculo con ella. No habla español, lo cual es una situación peculiar. Yo me comunicaba con ella en inglés.
«Para mí ‘Jaula’ no es una peli de miedo, ni tampoco necesariamente de género. Habla de muchas cosas. En definitiva nos recuerda que la monstruosidad más terrible habita en el ser humano».
Has trabajado con Jaume Balagueró, también realizaste ‘La piel que habito’… ¿te gusta como espectadora el cine fantástico o de terror? Bueno, no es que tenga una especial predilección. En este caso para mí ‘Jaula’ no es una peli de miedo, ni tampoco necesariamente de género. Habla de muchas cosas. En definitiva nos recuerda que la monstruosidad más terrible habita en el ser humano y en el mundo en el que vivimos es bueno tenerlo presente y recordarlo.
Has estado en películas independientes y en grandes superproducciones, ¿crees que la actual situación postpandémica ha afectado más a unas u a otras? La pandemia y el COVID nos han afectado a todos a un nivel muy profundo, muy dramático y muy drástico. Fue un susto de echarse a temblar. Yo ahora estoy rodando una serie para El Deseo y cada día hay positivos en el equipo, cada día la gente tiene que irse a su casa y estás casi tres semanas hasta que esa persona puede volver al rodaje. El virus no entiende de presupuestos ni de edades ni de clases sociales. Esto es lo que hay. Nos afecta a todos independientemente de la magnitud del proyecto que se esté haciendo.
¿Y en cuanto al público? No lo sé. No conozco muy bien cómo está la taquilla. Estoy trabajando sin parar y muy poco conectada con esa parte de la industria. Pero yo creo que el cine de autor, la mirada independiente, sigue triunfando, para mí, por lo menos, muy por encima del cine comercial. Hay muchas películas independientes que se quedan en la retina del espectador y en su corazón para siempre. Independientemente de la situación pandémica o postpandémica que estemos viviendo.
Cuando participaste en ‘Rifkin’s Festival’ comentaste en algunas entrevistas aquello de que Woody Allen te dijo que parecías “una actriz de soap opera”, ¿crees que se malinterpretaron un poco estas declaraciones? Según explicabas, forma parte de su peculiar forma de ser y de su humor... Creo que ya lo expliqué en su día y se malinterpretaron bastante mis palabras. Woody Allen es un director magnífico. Es un autor, un artista. Es un tipo de una genialidad infinita y un cineasta que lleva toda la vida dedicado al cine y que nos ha hecho pasar ratos absolutamente deliciosos. No creo que haya nadie que no haya disfrutado alguna vez con una película de Woody Allen. Yo disfruté mucho trabajando con él. Fue duro porque es un tipo que te dice unas cosas que te dejan fuera de juego pero es su manera de comunicarse. Tiene una honestidad pasmosa. Lo mismo te critica algo que luego viene al final del rodaje y te comunica que le ha encantado trabajar contigo. Pero, claro, también se mete con su guion o incluso con el clima. El hablaba de que cuando fue a localizar en Donostia había nubes pero claro, luego estábamos en agosto y hacía mejor tiempo. Es su manera de trabajar. Les ha dicho también esas cosas a los mejores actores y actrices que han trabajado con él, así que yo casi me lo tomé como un halago. Tampoco me parece algo tan alarmante.
¿Consideras que aún se mantiene cierta autoría en parte del cine comercial? Bueno, creo que ‘Jaula’ es un claro ejemplo. Aquí hay una película de un autor que ha conseguido hacer lo que quería a un precio carísimo, con mucha pelea y mucha lucha. Es una película con una mirada muy peculiar, muy especial, con unos giros sorprendentes que no va a dejar indiferente a nadie. Texto de Roberto González.