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March 19, 2024

Amargosa. Un oasis literario y cinéfilo.

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Isolda Patrón-Costas, agente y productora cinematográfica, debuta en la novela con ‘Amargosa’, una historia con planteamiento de road movie en la que una mujer encuentra un mundo sorprendente al descubrir un hotel-teatro en medio del desierto.

Aunque has nacido en Barcelona y actualmente resides en Madrid te has formado en Alemania, Escocia y Estados Unidos. Esta novela está ambientada en Los Angeles e impregnada de imaginería norteamericana, ¿puedes ahondar o dar alguna pista sobre la experiencia personal que te llevó al germen de esta idea?

Hace muchos años, cuando vivía en Los Angeles, hice un viaje por el desierto y me encontré algo inesperado. Un teatro regentado por una excéntrica mujer que había sido bailarina en Broadway. Pasado el tiempo, esa imagen volvió a mí con fuerza por todo lo que evocaba. Es un punto de partida muy poderoso que hace que la imaginación viaje a mil sitios distintos. Supe que tenía que escribir una historia y así surgió Amargosa.

Geraldine Chaplin es una de las personas que recomienda y ha apoyado la novela, ¿se debe a la conexión que existe entre ‘Amargosa’ y ‘Candilejas’?

Hay muchas cosas del personaje de Suzanne que están inspiradas en Geraldine. Su sabiduría, su conexión con la danza, esa mirada curiosa de la niña que sigue habitándola más allá de todo, la capacidad de juego, la ternura. Por otra parte, hay en la novela un pequeño homenaje a ‘Candilejas’, que a su vez representa en sí un homenaje al teatro. Geraldine aparece de niña en una de las escenas de apertura de la película, así que cuando nombro al Calvero de ‘Candilejas’, es mi forma de hacerle un pequeño guiño a ella.

¿Intentaste enmarcar tu historia dentro de lo real o buscaste que participara de un cierto realismo mágico? En su premisa hay elementos que podrían remitir a Wim Wenders o incluso a David Lynch. Al escribir la historia, ¿tenías presente algún referente literario o cinematográfico?

Mucha gente ve reminiscencias de Fellini, o me pregunta si me he inspirado en ‘Bagdad Café’, o en ‘Crónicas de motel’ de Sam Shepard, que fue la base del guion del ‘Paris, Texas’ de Wenders, o incluso hay quien me dice que escucha las bandas sonoras de Nino Rota. Indudablemente, todo eso vive en mí y puede que se haya colado entre las páginas de la novela, pero si fue así, fue de forma inconsciente. En cuanto al realismo mágico, hay un juego constante entre realidad y ficción, con un mundo, el de Amargosa, que respira misterio, ensoñación y casi irrealidad.

¿Qué esperas que el lector o la lectora se lleven de este viaje junto a Marta, la protagonista? ¿Hay una enseñanza escondida bajo esta premisa que parte de una situación azarosa?

Lo que uno espera cuando cuenta historias es conmover, que para mí es la mejor forma de compartir. Cada lector o lectora encontrará en estas páginas su propia Amargosa, y mi deseo es que el libro suscite curiosidad, ganas de emprender un viaje a la imaginación y renovar el sueño de cada uno.

Tu literatura está influida por el cine, un campo en el que también trabajas. ¿Qué relación encuentras entre ambos medios? ¿La literatura te llevó a interesarte por el guion de cine? ¿O ya te interesaba el cine cuando empezaste a escribir?

Mi deseo siempre ha sido contar historias. De pequeña jugaba a hacer obras de teatro todos los veranos con mi amigo de infancia, montando auténticos escenarios con los muebles viejos que su padre rescataba de Los Encantes antes de venderlos en un anticuario que tenía. Después empecé a sentir fascinación por el cine y la vida me llevó a dedicarme profesionalmente a ello. La escritura me llegó después. Mi hermana tiene una bonita forma de explicarle a sus hijos, que son pequeños, qué es lo que hace su tía cuando escribe: pinta con palabras. Las metáforas son la forma más poderosa de conmover, son imágenes. La relación entre ambos campos, para mí, es un camino de doble sentido, del cine a la literatura o viceversa.

¿Es duro el campo del guion cinematográfico a la hora de obtener ingresos fijos? Lo digo porque te has especializado más en disciplinas como la producción o el trabajo de agente.

Todos los trabajos creativos, sea el trabajo de escritor, guionista o incluso director de cine son mucho más difíciles de obtener una regularidad económica. Hay mucha gente que compagina la escritura o cualquier otro trabajo creativo con lo que llaman «trabajos alimenticios». Yo quería que mi trabajo alimenticio estuviera siempre cerca del set y eso fue lo que me llevó a la producción o a ser agente.

Al haber trabajado tanto en películas de autor como ‘Biutiful’ o grandes superproducciones como ‘Piratas del Caribe’, ¿has podido observar grandes diferencias entre ellas? Supongo que si tuvieras que elegir, tendrás más interés por el cine de autor… 

No es lo mismo trabajar en una película que disfrutar del resultado. Los procesos de trabajo entre una superproducción y una película de autor son ciertamente muy diferentes. A veces he trabajado en películas cuya historia es maravillosa y cuyo valor artístico te hace sentirte orgullosa de haber participado, pero el proceso es tremendamente difícil y agotador: te deja casi vacía. Paradójicamente, hay producciones que en un principio tienen «menos alma» porque son más de fórmula o de factoría, pero rodarlo es inmensamente divertido. Texto de Roberto González.

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