León Benavente. Huyendo del camino transitado.
León Benavente regresan con ‘Era’, un disco en el que la electrónica adquiere un protagonismo casi absoluto, en el sonido de una banda acostumbrada a huir de la repetición, siempre en una búsqueda constante de la novedad.
Lo primero que llama la atención, en este nuevo trabajo, es el cambio de roles dentro de la banda. Háblanos de esto. Dentro de que siempre intentamos hacer canciones que nos gusten, en la grabación y en la producción, también nos gusta enfocarlas de una manera diferente a como lo habíamos hecho en el disco anterior. Pero, en este caso, tampoco lo hicimos de una manera premeditada, sino que la primera vez que nos juntamos y empezamos a tocar, vimos que Edu estaba más centrado en las máquinas, que Luis volvía al bajo, y que yo recuperaba el piano acústico. Esto nos ponía en un nuevo lugar que hizo que las canciones sonaran de otra manera porque, al final, siempre son sucesiones de acordes, melodías, letras… y tienes que buscar la manera de darles una vuelta, aunque sólo sea para no dejar de sorprendernos a nosotros mismos.
¿Modificó el confinamiento vuestra forma de trabajar habitual? Sí y no. Lo que fue el trabajo en las canciones que, finalmente, están en el disco fue similar al que hicimos en ‘Vamos a volvernos locos’: juntarnos varios días seguidos en un local y empezar a generar ideas que luego se van estructurando en forma de canción; Pero sí que es cierto que hemos estado mucho tiempo sin tocar juntos y cada uno ha ido investigando en diferentes terrenos y eso, inevitablemente, se tenía que notar, de alguna manera, en el resultado final.
En ‘Era’ se percibe que la electrónica ha adquirido un protagonismo casi absoluto en el sonido de León Benavente… En realidad, es una mezcla, algo que siempre nos ha interesado. Para nosotros, los instrumentos, tanto acústicos como eléctricos, o las máquinas, nos parecen medios para llegar a nuestro fin, que son las canciones. En el disco anterior ya habíamos trabajado bastante con esta mezcla de electrónica y rock… por poner alguna etiqueta, y en éste quisimos llevarlo un poco más allá, también por el formato de las canciones. Es lo que nos pedía el ambiente general del disco y hacia donde nos llevaban las canciones; además, estamos viendo en los ensayos que, en directo, van a poder sonar igual de potentes y contundentes que cualquier canción de rock.
¿Y a la hora de afrontar la producción es más complicado trabajar con estas canciones, o todo lo contrario? Nosotros nunca vamos a hacer algo que no sabemos si vamos a poder controlar o dominar sólo para llegar a un arreglo concreto. En ese sentido, no creo que haya sido más complicado que en trabajos anteriores. Como siempre, en lo que más hemos tardado ha sido en buscar los sonidos adecuados a lo que teníamos en mente para cada tema, una vez que las canciones ya estaban terminadas en cuanto a estructura, melodía, letra… Por suerte, para eso tenemos un estudio en el que podemos pasar todas las horas que sean necesarias y en ello se acaba basando la producción.
¿Ha sido intencionado el contraste constante que hay, a lo largo del disco, entre composiciones luminosas y otras más oscuras? Las canciones siempre son el reflejo de la propia vida, donde hay días luminosos y días más oscuros. Creo que, en el repertorio de León Benavente, siempre ha habido ese equilibrio entre canciones más positivas y otras más enfangadas, que siempre nos ha interesado que estén ahí. De todas formas, seguimos apostando por ese formato de discos completos, con canciones que se complementan unas a otras y, dentro de ese discurso de diez temas, nos gusta que haya esos claroscuros.
«En el disco anterior ya habíamos trabajado bastante con esta mezcla de electrónica y rock… por poner alguna etiqueta, y en ‘Era’ quisimos llevarlo un poco más allá».
Como muestra más clara de esto, quizá podríamos hablar de ‘Te comes mi corazón’, probablemente una de las canciones más oscuras de vuestro repertorio… Al final, cuando estás experimentando, o quieres llegar a nuevos lugares, hay que forzar de alguna manera; y, si una canción, ya de por sí, tiene un contexto de oscuridad, tratamos de ir al extremo, y por eso esta canción es así o ‘La cámara de ecos’, por ejemplo, es más clásica, que tampoco teníamos ninguna así en el repertorio.
En cuanto a las letras, en ‘Di no a la nostalgia’, hablas sobre dicho sentimiento, tal vez demasiado usado para hacer canciones pero que, sin embargo, también tú utilizas en el mencionado ‘La cámara de ecos’… Sí, de hecho, yo muchas veces escribo las canciones como consejos para mí mismo, aunque luego no los cumpla (risas). La nostalgia es una fuente de inspiración como cualquier otra sensación, pero es verdad que, a medida que va pasando el tiempo, empiezas a echar la vista atrás y se hace inevitable no pensar que hubo un tiempo mejor… sobre todo con lo que hemos vivido últimamente. El discurso musical tiene que ver con decirse a uno mismo que hay que avanzar e ir hacia adelante, y no intentar repetir formulas del pasado que te hayan salido bien en su momento…
…¿Como lo que decís en ‘Viejos rockeros viejos’? Las canciones, muchas veces, tienen algo de profético que ves con el tiempo, y esa canción, dentro de lo que hablábamos de los claroscuros, es una muestra de que, en nuestro repertorio, siempre hay algo de humor y de reírnos de nosotros mismos. En principio, dudábamos si este tema iba a estar en el disco, pero finalmente, pensamos que en ‘Era’ tenían que estar presentes todas las sensaciones que vivimos y, además, encajaba perfectamente con ese discurso de no estancarse.
En ‘Líbrame del mal’ encontramos el merecido al músico gipuzkoano Rafa Berrio, de quien poco antes habíais versionado ‘Niño futuro’… Rafa ha sido un autor de lo mejorcito que hemos tenido en este país, y me queda mucha pena de no poder seguir disfrutando de esas composiciones de Rafa, que tenían tanto de poesía como de música; también hay lenguajes suyos que son muy cercanos a lo que hacemos con León Benavente, aunque a veces no lo parezca, y por eso tenía que estar en el disco. Además, la primera canción que abre los discos la solemos usar como resumen de todo, y la figura de Berrio estaba muy presente en la grabación porque, en esa misma sesión, habíamos hecho la versión de ‘Niño Futuro’.
¿Tenéis ganas de empezar con la gira de presentación o, con todo esto, todavía es complicado es hablar de lo que vais a hacer en un futuro cercano? Pues, en principio, la idea es empezar en Avilés y estar girando hasta la temporada de festivales, porque siempre que sacas un nuevo trabajo tienes la ilusión, sobre todo, de la gira, y ahora estamos muy ilusionados con los ensayos… pero, por si acaso, yo ya paso de hablar del futuro, porque no merece la pena (risas). Texto de Sergio Iglesias. Fotografía de ceciliaaha