Hive. Comunidad de mujeres.
La ópera prima de Blerta Basholli nos lleva a la guerra de Kosovo para contarnos la inspiradora historia de una mujer que se convirtió en emprendedora desafiando las costumbres patriarcales de su aldea. La cinta fue premiada en Sundance y la Seminici, y ha sido preseleccionada para los Oscar.
Cuando te enteraste de la historia real de Fahrije a través de la televisión, y posteriormente la conociste en persona, ¿sabías que tenía que ser su primer largometraje? ¿Por qué elegiste la ficción en lugar del documental? He trabajado en documentales y cortometrajes, pero sobre todo en cortometrajes de ficción. Me encantó la historia de Fahrije desde el principio y, aunque estaba escribiendo otra historia para un largometraje, cuando me enteré de la existencia de Fahrije supe que su historia era algo con lo que podía ser más fiel y honesta. Por eso, desde la primera vez que la escuché, decidí que sería mi primer largometraje. Me considero más un cineasta de ficción con un enfoque realista que un documentalista con elementos de ficción. Decidí hacerla de ficción porque me sentía más libre para retratar su mundo interior con un enfoque realista y pequeños elementos simbólicos.
La película es sobria y se siente muy real. ¿Te ajustaste mucho a la historia real? Sí, intenté ser lo más fiel posible a ella. Fahrije es una persona muy real, con los pies en la tierra, es muy práctica para trabajar y cooperar con ella y quería que la película se sintiera real y se mantuviera fiel a ella.
El realismo de la película apenas se ve afectado por algunas breves escenas de sueño, ¿consideró importante incluir ese elemento? Sí, lo consideré importante. La ausencia del marido está tan presente en sus vidas, incluso hoy, mientras hacemos esta entrevista. Quería verlo de alguna manera en algún momento de la película. El uso del flashback podría haber sido una opción, pero como quería un enfoque realista, quise quedarme con el tiempo presente y, como la película trata también de su mundo interior, pensé que un sueño podría ser la elección correcta. Y el agua era aún mejor, ya que creen que los cuerpos fueron arrojados al río. Verlo en un sueño, bajo el agua me pareció correcto. Para mí siempre es interesante cómo intentamos encontrar en nuestros sueños cosas y personas que echamos de menos, y lo difícil que es ver su rostro. Fahrije se hace muchas preguntas sobre esto, sobre cómo fue arrojado al río. Por eso pensé que esta escena en particular puede retratar la necesidad de verlo y sentirlo. Sobre todo después de que la sociedad la juzgara por sus actos.
«Contar la histopria de Fahrije en una película de ficción me dejaba más libertad para retratar su mundo interior con un enfoque realista y añadiendo pequeños elementos simbólicos».
A pesar de que la situación que viven las mujeres en la película es más complicada que la que pueden tener en otras sociedades, hay varios elementos en la historia que son típicos de todas las relaciones humanas y familiares, como los conflictos entre Farijhe y su hija. ¿Intentó enfatizar esos elementos universales que, en última instancia, pueden ser el secreto de su éxito en festivales y nominaciones? No, no pensé en los festivales y las nominaciones mientras trabajaba. Todo lo que intenté fue hacerlo lo mejor posible y mostrar una historia humana con la esperanza de que la gente reaccionara a la historia, en lugar de pensar que esto sólo ocurre en Kosovo y sentir distancia hacia ello. Por eso no quise explicar mucho sobre el trasfondo del país, la tradición, la cultura, y seguí a la protagonista para que el público pueda relacionarse con ella aunque no sepa mucho sobre Kosovo. Creía que la gente respondería a ella a nivel humano y se sentiría alentada por ella de la misma manera que yo lo estaba y lo estoy cada día con ella. Es cierto que la situación de las mujeres en Krusha e Madhe es más complicada que en otras sociedades, pero para mí Fahrije y las demás mujeres deberían ser una historia alentadora para todos nosotros, hombres, mujeres y todos. Todos nos hemos sentido pequeños por alguna razón en algún momento de nuestras vidas y en ese sentido podemos identificarnos con ella. Nos queda mucho por hacer aunque en algunos lugares es más complicado que en otros, estoy de acuerdo.
¿Cómo es la vida de las mujeres kosovares hoy en día en comparación con el retrato que se muestra en la película? ¿Ha mejorado mucho? Ha mejorado, incluso en Krusha e Madhe Fahrije y las demás mujeres son un modelo a seguir que muchas otras siguieron, tanto mujeres como hombres. Las cosas han mejorado, pero el mundo entero tiene que hacer mucho más antes de que podamos considerarnos iguales.
«No pensé en festivales y nominaciones mientras trabajaba. Todo lo que intenté fue hacer la mejor película posible y mostrar una historia humana con la esperanza de que la gente reaccionara a la historia, en lugar de pensar que esto sólo ocurre en Kosovo y sentir distancia por ello».
¿Te ha sorprendido mucho que la película haya tenido tanto éxito en Sundance, Seminci o que haya sido preseleccionada para los Oscar? Sí, como he dicho no pensé en premios y festivales mientras la hacía, siempre quise enviarla a Sundance y a muchos festivales. La Seminci fue una bonita experiencia y recibimos un bonito premio, la película fue muy bien recibida. No, no me lo esperaba y es una recompensa por todo el trabajo que hizo todo el equipo y sobre todo una recompensa para las mujeres de Krusha, por su historia que merece ser escuchada.
¿Qué referentes has tenido a la hora de labrarte una carrera en el cine? Tengo muchos referentes, pero entre los cineastas que realmente me han inspirado están los hermanos Dardenne, Jasmila Zbanic, Susanne Bier, Maren Ade, Blerta Zeqiri, Andrea Arnold y Lynne Ramsay. Texto de Roberto González. Fotografías de Astrit Ibrahimi y Alexander Bloom.
‘Hive’ se estrenará el 4 de marzo
