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March 19, 2024

Titane. Una aleación con impacto.

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Julia Ducournau (‘Crudo’) ganó la Palma de Oro en Cannes con ‘Titane’, que ha podido verse en la sección Perlak del Zinemaldia. Hablamos con ella acerca de esta violenta y conmovedora fábula sobre cuerpos dañados, transiciones de -y entre- género(s) y auténtica pasión por el motor.

En el comienzo del tráiler de ‘Titane’, el segundo filme de la cineasta francesa Julia Ducournau, una música inquietante acompaña a una sucesión de imágenes sexuales, impactantes y ultraviolentas. Al de un minuto irrumpe ‘She’s Not There’ de The Zombies y el tono cambia. Surgen abrazos, bailes, lágrimas y manos entrelazadas antes de que unas escenas finales nos recuerden que esto no es un cuento de hadas. Pocas veces una pieza promocional describe con tanta fidelidad un largometraje sin contar nada de su argumento; una estrategia, desde luego, poco habitual hoy en día. “Para mí era crucial que el marketing no revelase nada sobre el personaje de Alexia y cómo evoluciona durante la película”, confirma la directora cuando le preguntamos sobre este aspecto en una entrevista junto a otro medio durante el Festival de San Sebastián. Al igual que su realizadora consideramos que es más emocionante asistir al filme sin expectativas, aunque inevitablemente desvelaremos algún detalle sobre la experiencia.

Con tan solo dos títulos para cines y alguna incursión televisiva, Ducournau se ha convertido en una de las autoras con más personalidad del cine de género en tiempos recientes. Ha hecho historia con ‘Titane’ al ganar la Palma de Oro en la 74ª edición del Festival de Cannes, convirtiéndose así en la primera mujer que recibe en solitario dicho galardón. Pero, ¿de qué género estamos hablando? Aunque se ha alimentado la leyenda de que sus películas provocan desmayos y su debut, ‘Crudo’, fuera muy bien recibido en el festival de Sitges, la realizadora no considera que sus cintas se adscriban a la categoría de “terror”. “Utilizo los códigos del body horror pero también empleo elementos de comedia, drama , thriller…Para mí es bastante natural combinar códigos de diferentes géneros y divertirme con ellos. No me siento muy cómoda con los encasillamientos. He dejado de responder a preguntas del tipo: ¿qué clase de película has hecho?”, aclara, zanjando esta cuestión.

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«Tienden a gustarme los personajes moralmente cuestionables».

Tampoco los personajes de ‘Titane’ se encuentran cómodos en los encasillamientos de género. En el filme hay un juego constante entre lo masculino y lo femenino. Sus protagonistas, independientemente de su condición, pueden ser vulnerables o violentos; a menudo, las dos cosas a la vez. “Pensar en géneros es pensar en estereotipos que te limitan como individuo, ya seas hombre o mujer, y también limitan su interacción con los demás. Determinan la manera en que te comunicas o te retraes ante otros y eso va en detrimento de todo el mundo. No es una buena manera de funcionar en sociedad. Intento retratar personajes que están por encima de estas construcciones sociales y que puedan mostrarse simplemente como ellos mismos, sin importar su sexualidad o de dónde provienen. Lo único que importa es quiénes son en este momento», explica en respuesta a Aux Magazine.

Mientras que en ‘Crudo’ Ducournau manejaba una sola idea principal que iba in crescendo hasta un final que completaba y explicaba lo anterior en ‘Titane’ conviven -al menos- dos conceptos, uno más apegado a la realidad y otro de corte fantástico, que lleva hasta sus últimas consecuencias lo planteado por Cronenberg y J.G. Ballard en ‘Crash’. Aunque esta aleación de elementos también puede entenderse desde lo simbólico. “Titanio: Metal de alta resistencia al calor y a la corrosión», reza una definición que se ha empleado como sinopsis del largometraje. Una metáfora que guarda relación con varias imágenes y temas que aparecen en el filme.

Después de un prólogo se suceden treinta minutos de secuencias epatantes que no dan tregua a la audiencia. El despliegue de violencia es tan gráfico y tan intenso que puede generar rechazo entre los espectadores más sensibles. Por momentos parece que su responsable busca la mera provocación, algo que siempre niega en sus entrevistas: «No me interesan necesariamente la controversia o la polémica pero sí el debate. El debate hace pensar y eso siempre es positivo».

En esta primera parte podemos refugiarnos en algunos aspectos técnicos y estéticos como el diseño de sonido, la puesta en escena o la interpretación de la debutante Agathe Rousselle, modelo y actriz de género fluido. También en ciertos apuntes cómicos. Una canción de Caterina Caselli aporta ligereza a una de las secuencias más fuertes de esta introducción. Lo mismo ocurrirá en el segundo acto con la alusión a un hit de origen español.

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«He dejado de contestar a la pregunta: ¿Qué clase de película has hecho?»

El espectador que resista el envite será recompensado con una segunda parte en la que brotan la humanidad, la redención y la belleza. Sucede cuando entra en escena el conmovedor personaje que encarna el veterano Vincent Lindon en una interpretación tan física como la de su compañera de reparto. No es que el filme se vuelve blando o predecible, sólo revela la inteligencia de su estructura narrativa.

En ‘Crudo’ no era difícil conectar con Justine, una jovencita un poco pija pero aparentemente normal hasta que se demuestra lo contrario. La Alexia de ‘Titane’ , en cambio, refleja la admiración de Ducournau por los “monstruos”, en más de un sentido. Es un personaje dañado física y emocionalmente, que también provoca temor. «No es algo que me preocupase», explica la guionista y directora cuando le preguntamos sobre la dificultad de empatizar en un primer momento con su protagonista. “Simplemente sabía que iba a ocurrir. Es fría, una psicópata, no habla ni muestra sus emociones…Es imposible que te caiga bien. Fue un desafío comenzar el filme con un personaje así, pero pensé: ¿hay una sola manera de relacionarse con un personaje protagonista? ¿Tienes que estar de acuerdo con él desde un punto de vista moral? Yo creo que no. De hecho tienden a gustarme los personajes poco defendibles desde un punto de vista moral», confiesa entre carcajadas y añade que le encantan los malhechores que roban la escena en las obras de los hermanos Coen. “La manera que encontré de acceder a Alexia fue a través de su cuerpo. Decidí que haría que el público se identificara con lo que ella siente, con el daño que se infringe. El espectador siente lo mismo que ella, nota que ella sufre y tiene miedo de que se haga más daño. Esa es la vía de acceso al comienzo y después se va volviendo más fácil relacionarse con ella. Para escalar hacia ese final de amor incondicional y lleno de humanidad tenía que empezar de ese modo, sin nada de humanidad, sin nada de amor». Los espectadores que no hayan asistido al Zinemaldia podrán acompañar a Alexia en su viaje a partir del 8 de octubre. Texto de Roberto González. Fotografías de Carole Bethu.

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‘Titane’ se estrena el 8 de octubre.

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