Los Estanques. Inclasificables.
El quinteto cántabro llega con su cuarto álbum, ‘IV’, al que ellos mismos han puesto la irónica etiqueta de “Pop Progresivo Psicodélico”. En él incluyen temas basados en el ambiente de Madrid, como el pegadizo ‘Soy español, pero tengo un kebab’. Hablamos con Iñigo Bregel.
Habéis sacado cuatro discos en cuatro años. Ni siquiera os ha detenido la pandemia. Yo siempre digo un poco medio en coña pero bastante en serio que es lo que cura nuestra enfermedad, que si no igual estaríamos pensando qué estamos haciendo en este mundo y esa pregunta que no tiene respuesta es mejor no hacérsela. Estar todo el día ocupado y haciendo música que es lo que nos encanta es un poco nuestra manera de responder a esas cuestiones. Nos mantiene entretenidos y nos funciona para vivir, que es lo que cuenta.
Este disco lo habéis tenido que grabar dos veces porque os robaron el ordenador, ¿pensáis que lo mejorasteis con la regrabación? Siempre se mejora. Una trayectoria ascendente en la que vas poco a poco librando los obstáculos que la propia música te pone siempre te ayuda a hacer las cosas mejor. Siempre te superas al menos en un sentido técnico ya que la música, el arte y la vida no son sólo técnica ni matemáticas. Pierdes un poco el aura de la primera vez y de hecho hubo un par de temas que no regrabamos precisamente porque nos parecía un poco sacrilegio tras haber perdido un poco el momento de cuando los habíamos grabado. Esos temas eran ‘Inés Moral’ y ‘Niño soy’, que ya salieron antes como single, los dejamos ahí aparcados y tiramos hacia adelante. Pero, salvando eso y el buen momento que pasamos grabando, yo creo que quedó mejor.
Los personajes ficticios de los que habláis en las letras de estas canciones están inspirados en el ambiente de Madrid. ¿Os da más juego que Cantabria en ese sentido? En Cantabria inspiran la naturaleza, la montaña, la tranquilidad…en Madrid nos inspiran las personas porque al final, por una cuestión de números, hay más variedad. No queremos quitar mérito a nuestra tierra pero en Madrid, al final, te pasan más cosas a lo largo del día. Hay mucha influencia de los personajes que vemos en el bar de abajo de casa. A veces nos basamos en personalidades más generales y en otras en personajes con su nombre y apellidos.
¿La personalidad de cada uno de estos personajes os fue sugiriendo los estilos musicales? Depende. Es un toma y daca. A veces manda la música primero y luego se te ocurre que la letra podría tratar sobre un determinado tipo y en otros casos es al revés.
Uno de los hits de este disco es ‘Soy español, pero tengo un kebab’, que tiene un toque cómico, ¿os ayuda el humor a llegar al público? Sí, ya sabes, tampoco hacemos la música más fácil del mundo así que tenemos que seleccionar muy bien el envoltorio para que la gente se lo coma. Parece que está funcionando y que la banda está creciendo. Es una buena lectura, viene a ser reclamo.
«No hacemos la música más fácil del mundo así que tenemos que seleccionar muy bien el envoltorio para que la gente se lo coma. Ahí nos ayuda el humor».
¿Qué importancia le dais a los videoclips?¿Los cuidáis cada vez más? Siempre hemos tratado de cuidarlos. Lo que pasa , primero, es que somos pobres. No tenemos todo el dinero que nos gustaría invertir en videoclips. Y luego, que hubo una pandemia de por medio. Los primeros videoclips nos los curramos un poco como pudimos. No son videoclips profesionales pero tampoco lo pretendemos, ante todo queremos que muestren una personalidad. Con el del Kebab, ya saliendo de la pandemia, decidimos invertir en un videoclip un poco más elaborado. De hecho la idea inicial es que este tema fuera el single, pero tuvimos que esperar para poder sacarlo con su vídeo.
Varios temas tienen toques casi religiosos terminando en esa apoteósica ‘Reunión’. Sí. La movida del último tema es el concepto del bar del que te hablaba antes. Tiene el concepto ese de los parroquianos del bar que se reúnen todos en un mismo punto. No decimos qué punto es, puede ser el mismo bar, puede ser la muerte…Es un final abierto, que cada uno imagine lo que quiera. Pero sí, está bien traído eso del concepto religioso.
¿De dónde viene vuestro interés por la psicodelia? ¿Hay algún grupo actual que os guste dentro de ese género? A varios de nosotros nos viene de nuestros padres. A mí sobre todo me mola el progresivo, que es un género que ya está medio muerto pero que a mí me encanta. En la psicodelia encontramos el punto de llegar a demostrar una determinada destreza que son propios de desarrollos más largos que pueden aburrir más al público de a pie, pero es un género que se presta a muchas cosas y en tres minutos puedes hacer mucho. No somos muy partidarios de las etiquetas pero como al final te las van a poner es mejor elegirlas uno mismo. La psicodelia además está abierta a todo, hay pop psicodélico, rock psicodélico, soul psicodélico…Nosotros decimos que somos Pop Progresivo Psicodélico, que es rizar el rizo y poner etiquetas que a nosotros no nos sirven para nada (Risas) pero entiendo que sí os sirven a las personas que escribís en los medios. Es típico del ser humano clasificar las cosas y meterlas en saquitos. En cuanto a grupos aquí en España están Alien Tango, Pablo Solo, Ombligo…De fuera nos gustan mucho Dirty Projectors, Vulfpeck…También Jon Bap. Es buenísimo ese pibe. Se lo recomiendo desde aquí encarecidamente a todo el que quiera gozar un poco. Texto de Roberto González.