Icíar Bollaín. Viaje a emociones dolorosamente profundas.
La cineasta madrileña lleva a la pantalla el caso real de Maixabel Lasa, la viuda del asesinado político Juan María Jáuregui, que abrió el camino hacia la reconciliación social en un País Vasco sacudido durante décadas por el terrorismo.
Después de tu anterior película, ‘La boda de Rosa’, has dejado el humor de lado para centrarte en la emoción más profunda en tu nuevo largometraje. ¿Supone este tipo de transiciones un esfuerzo para una cineasta? ‘Maixabel’ ha sido un viaje muy hondo, sí: estás tratando con hechos reales, con gente que ha vivido cosas muy dramáticas. Son situaciones a veces inimaginables de dolorosas y no podíamos hacerlo mal…
Imagino que conocías los hechos reales en los que se basa tu película, pero… ¿cuándo saltó la chispa que te empujó a decidir convertirlos en ficción cinematográfica? Conocía los encuentros restaurativos de Nanclares desde que el diario El País publicó en su momento unas entrevistas con las víctimas que participaron. Me impactaron muchísimo. Cuando hace tres años los productores me propusieron llevar dos de ellos a la pantalla, no lo dudé.
¿Por qué no abordar este mismo asunto desde el documental, género que está ahora en plena eclosión creativa? La ficción te permite acercarte a los personajes más íntimamente, te permite «meterte» en ellos y hacer su viaje emocional. Si lo haces bien, cuando termina la película el espectador ha estado allí, sintiendo con ellos su dolor, sus dudas, su angustia y también su liberación, su alivio…
Nacida en Madrid, pero con nombre vasco…. ¿cuál ha sido tu vínculo personal con Euskadi? Iba de niña a Hondarribia a veranear. De adulta mi relación ha sido más bien con gente de allá, el cine está lleno de grandes profesionales vascos con los que he trabajado y con algunos de ellos tengo muy buena amistad. Y por supuesto el Festival de San Sebastián al que he acudido muchas veces.
¿Te consideras una cineasta política o simplemente una persona preocupada por temas sociales? Me considero una persona preocupada por lo que ocurre, por lo que nos ocurre. En este caso nos acercamos a las consecuencias de la violencia. La violencia no deja a nadie intacto, ni al que la sufre, por supuesto, ni al que la perpetra, ni a la sociedad donde se da. Es devastadora. Y no conduce a nada más que a generar dolor y más violencia.
¿Cómo se queda una tras concluir una película tan intensa y emotiva? ¿Con ganas de volver a la comedia (risas)? Me quedo con el corazón en un puño cada vez que la veo… y mira que la he visto veces. Siento que valía mucho la pena contar esta historia, por muchas razones y que hay un trabajo artístico detrás, de los actores, del equipo técnico, el músico Alberto Iglesias, que trasmiten una emoción y una verdad muy fuertes que ojalá le llegue al espectador. Creo que la película nos va a hacer pensar y sentir mucho. Texto de Alfonso Rivera.